Si te gusta, comparte:

Escríbanlo con mayúscula, El Brujo. Estará en el Bergidum de Ponferrada el 30 de abril con Mujeres de Shakespeare; anoche tuve el privilegio de gozar de su magia en escena.
Escríbanlo con mayúscula, El Brujo, innecesario añadir Rafael Álvarez, no hay cristiano ni moro que sepa dónde el teatro contemporáneo tiene la mano zurda, que no le conozca. Me disculpen, soy un fanático: les hablo de El Brujo con la devoción que otros tienen a San Antonio o a la Morenica. Cada cual a sus versos y Homero en los de todos.

La Odisea de El Brujo es un trabajo prodigioso: la deconstrucción irónica y divertida del clásico más clásico de todos los clásicos, con trufas de Rajoy y de Su Majestad, interpretada por un descreído de los dioses y de los hombres, ¡Oh, los impíos dioses del Olimpo!, que desnuda en escena su personaje hasta ser Nadie, como Ulises dice al cíclope: “Soy Nadie”.
Desde la negación, destruido el rey de Ítaca, el marido de Penélope, el padre de Telémaco, el amante de Calipso, destruido hasta la nada, Nadie inicia la reconstrucción de sí mismo: “¿Quién eres tú, extranjero?”, le interroga el destino. La inmensa Odisea, de inagotables lecturas, es la historia de la destrucción de un rey fuerte, bello y poderoso, Ulises, vapuleado hasta reducirlo a Nadie, como tránsito, viaje, odisea, al fin, para llegar a sí mismo.
A merced del destino, de dioses crueles y diosas caprichosas, o al revés, Ulises transita desde la violencia (guerrero, regresa de Troya ensangrentada) a la paz, la sabiduría y la misericordia encarnadas en la diosa Atenea. La verdadera odisea humana, nos dice la lección magistral de El Brujo, es el camino hacia esa paz interior, hasta ser Nadie.
Nadie, Zeus, El Brujo y el destino se mofan en sus barbas del Rey Desnudo -llámese Ulises o Juanito-, zarandean la soberbia del poder efímero y nos enseñan el valor de la palabra. Como hace Rafael Álvarez, teatro en estado puro, cada año más fecundo y más libre. Para tanto incrédulo que anda suelto, un regalo de los dioses. Escribidlo con mayúscula: El Brujo.

La Odisea de El Brujo