A propósito del cese estúpido en TVE de Xabier Fortes –magnífico periodista y mejor persona- y de todos los demás caídos en la purga estalinista, me pregunta una colega madrileña: “Oye, ¿a cómo anda en Galicia el kilo de periodista? Aquí, en la capital, está tirado de precio y cada día más barato.”
La pregunta invita a la reflexión porque, sin querer ser protagonistas de la noticia -debemos ser cauce casi invisible entre los hechos y los lectores-, los de la Tribu sabemos que “sin periodistas no hay periodismo y sin periodismo no hay democracia”. Me preocupa seriamente la ínfima calidad de cierto periodismo actual, de modo que salí a preguntar al mercado informativo, a la plaza de abastos audiovisual, a la lonja donde la verdad se subasta a la baja, para ver a cómo anda el kilo de periodista.
En el rompeolas de Madrid, el periodismo lleva cuatro años de rebajas: medios que cierran, redacciones desmanteladas, generaciones enteras de profesionales expertos y bien formados a la puta calle bajo eufemismos como ERE, prejubilación anticipada, ajuste de plantilla, al tiempo que con cada nueva promoción de licenciados crece al atasco generacional de periodistas jóvenes en paro, que aún no han tenido una sola oportunidad.
El Observatorio de la Crisis de FAPE contabiliza ya 8.000 periodistas despedidos desde 2009: el Informe de 1 de agosto tiene 27 páginas demoledoras:
ABC: 240 periodistas para casa (ERE del 50% de la plantilla)
El Mundo, 180 despedidos en 2010 y en marcha el 2º ERE.
El País, 345 despidos disfrazados de prejubilaciones y anunciado un nuevo ERE “drástico” para septiembre, mientras el consejero-delegado, Juan Luis Cebrián, gana 8,2 millones de euros.
Cadena SER, 200 despidos.
PRISA, 2.514 trabajadores despedidos -varios en Galicia- en todo el grupo entre 2011 y 2012 (cierre de CNN+, etc.).
Público, 126 despidos y cierre del periódico.
Canal Nou (Valencia), ERE a 1.296 de los 1.800, 2/3 de la plantilla.
Medios cerrados: Público, CNN+, Veo TV, Bloomberg, ADN, Tribuna de Salamanca, La Voz de Jerez, La Voz de Asturias, Segunda Mano, Don Balón, Zero, SuperPop, Localia TV y así hasta 57 medios (ver lista completa).
Situación en Galicia
El Informe 2011 del Colegio de Xornalistas es igual de demoledor: “En Galicia, uno de cada cinco periodistas está en paro”. Es decir, tasa del 20% y subiendo. Dos de cada cinco periodistas gallegos, el 40%, están en precario -han pasado por el paro en los últimos cinco años- y el sueldo medio tampoco es para tirar cohetes: 1.800 € brutos/mes, donde los gabinetes institucionales –lo mejor pagado de la profesión- hacen media con un 16% de mileuristas. Algunos datos:
La Voz de Galicia, 11 despidos + 5 en el Grupo Voz.
El Correo Gallego/Galicia Hoxe, 19 despidos.
Faro de Vigo, 15 despidos por “recorte”.
Xornal Galicia, 53 despidos por cierre.
La Región, 35 despidos en 2009 y la docena de “no renovaciones” en Atlántico yAGN.
CRTVG, cierre de delegaciones, 93 afectados por la OPE.
Medios cerrados: Vieiros, A Nosa Terra, A Peneira, Galicia Hoxe, Xornal Galicia, GZ Nación, delegación de El Mundo, delegaciones de los gratuitos ADN, Metro, Qué, 20Minutos, Cadena Dial Ferrol, etc.
La respuesta es clara: el kilo de periodista está muy barato, tirado de precio, al alcance de cualquier conselleiro o alcalde sin escrúpulos e incluso con escrúpulos. Las consecuencias de todo este destrozo laboral y profesional son evidentes:
a) Desmantelamiento de las redacciones. La pérdida de calidad informativa, abanderada por La Voz de Galicia, es alarmante y sonroja a quienes aún recordamos La Voz de Francisco Pillado y Juan Ramón Díaz; es muy ilustrativo, y divertido si no fuera trágico, el blog ExVoz.
b) Desperdicio del capital humano, del conocimiento, experiencia y criterio informativo de miles de profesionales.
c) Máxima debilidad de la prensa tras el desplome -30% y empeorando- de los ingresos publicitarios y reducción de ayudas, subvenciones, astillas y demás prebendas institucionales y/o públicas.
d) Y miedo generalizado, en forma de precariedad e inestabilidad, de los que están trabajando por aplicación del viejo refrán, “cuando las barbas de la SER veas cortar, pon las de la COPE a remojar”.
En este descalabro, dos ejes vertebran el futuro del periodismo: el eje de abscisas horizontal de los medios digitales y el eje de ordenadas vertical de los medios públicos, principalmente radio y TV, con los modelos de RTVE, CRTVGy demás autonómicas sobre la mesa y en la primera página de todas las agendas políticas. Así, garantizar la continuidad de la función pública deTVGy Radio Galega –que estrenan estatuto corporativo en noviembre- será tarea crucial en la próxima legislatura.
En cuanto al mundo digital, es seguro que toda la prensa-papel tendrá que reducirse al mínimo. En contraste con ese adelgazamiento, el periodismo gallego se reinventa, con nuevas cabeceras digitales -Diagonal, Tempos, Dioivo, Sermos Galiza, Praza Pública, Galicia News, Galicia24H, Certo-, empezando por la que me acoge, Galicia Confidencial, y su recién estrenada revista GC Tendencias, a la que deseo larga vida.
Ojalá GC logre su proyecto de periodismo sostenible: en la medida en que los nuevos medios digitales -horizontales para el lector e incontrolables para el poder- lo consigan, será más difícil pagar periodistas al peso.
A la manera de Kennedy, quizás los periodistas debemos dejar de preguntarnos qué puede hacer la Xunta por nosotros y empezar a pensar qué podemos hacer cada uno de nosotros por la libertad de prensa. Y aprender a comer lentejas.