Si te gusta, comparte:

Ha pasado un año desde que La Nueva Crónica puso en marcha un proyecto ilusionante de periodismo de cercanía pilotado por David Rubio, que mantiene encendida la llama en medio de no pocas dificultades. He tenido el privilegio de formar parte del proyecto, y con esta son ya cincuenta semanas pensando cada vez de qué manera hablar al corazón y a la inteligencia de nuestros lectores. No es fácil, créanme, pero el solo hecho de intentarlo es un impagable proceso de crecimiento personal. Gracias a La Nueva Crónica por este bosque de columnas de papel que espero siga creciendo, y enhorabuena en nuestro primer aniversario a Manuel Lesmes y a todo el equipo de La Nueva Crónica.

Este primer cumpleaños se celebra con el Premio Negrilla de Oro que será entregado el próximo jueves, enhorabuena también, al Padre Ángel, de Mensajeros de la Paz, “por su ejemplar trayectoria personal”. Me gusta el nombre escogido, un guiño a la Vieja Negrilla que, recostada a la bartola en la plaza de Santo Domingo, se ríe por lo bajinis de los leoneses que pasan y de los que no pasan.

Me gusta ese bronce de Amancio González pues si hay un árbol intrínsecamente leonés y berciano, es el negrillo, ese que don Antonio Machado llamaba olmo: el olmo de Villahibiera, el negrillón de Boñar, el negrillo de Ocero, el paseo de negrillos de Mojasacos, a la entrada de Bembibre, o la alameda de Villafranca… hasta que los diezmó la grafiosis.

Otras grafiosis peores socavan la minería leonesa, los bosques agredidos por ilegales canteras y minas a cielo abierto, los ríos envenenados por polvo de pizarra. Otras grafiosis, aún peores, emponzoñan las alcantarillas de ayuntamientos y diputaciones, y multiplican cuentas secretas, tan secretas tan secretas que andan en boca de todos los leoneses. También el periodismo se ha visto contaminado por la grafiosis amarilla y la pornografía política copa portadas e invade telediarios, tapando el verdadero debate cívico sobre lo público, tan necesario.

El hongo dañino nos ha cambiado tanto el paisaje que necesitamos abrazar el bronce firme de la Vieja Negrilla para no olvidar quiénes somos y de dónde venimos. Si acaso, el año que viene iremos pensando juntos en estas cálidas páginas de La Nueva Crónica hacia dónde vamos.

Foto: Pedro Ferrer (Blog Paseando por León)
La Nueva Crónica,
23 de noviembre de 2014