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LA GAVETA, CÉSAR GAVELA,  Diario de León, 3/10/2009.

Hay un Valentín Carrera interior y otro exterior. El exterior lo llevó al polo norte, no sé si también al sur. A Japón o a islas que no existen. Valentín, ponferradino con raíces en Bembibre, fue vecino mío en la interminable niñez y yo lo recuerdo vestido de blanco, jugando con sus hermanos bajo las mimosas del parque de la MSP.

Luego pasaron muchos años, pero los primeros fueron los decisivos. Valentín se hizo periodista, escritor, profesor universitario, creativo y sabio audiovisual, productor y hombre de muchas realidades. De obras contantes. Una vez se enroló en un pesquero por el Gran Sol, con marineros duros de la Costa da Morte, y a la vuelta escribió un libro con el que ganó el más ilustre premio para novela en gallego.

Valentín también es un gran narrador oral. Un hombre inquieto, múltiple, que sabe mucho de la vida y que quiere aprender mucho más. Él es un apasionado del viaje en globo, el más silencioso y bello. Y es padre de dos niñas muy guapas, y de una chica que le hizo abuelo en edad de merecer. Valentín ama la palabra y la imagen, ama al Bierzo y vive cerca, en Compostela. Es un hermano casi gallego, pero enteramente universal. Hace 20 años Valentín escribió un libro fascinador, su Viaje del Vierzo . Ahora ha vuelto a la comarca y lo que ha dejado es otro libro todavía más fabuloso que el anterior, más íntimo a la par. Donde se aúna su prosa lúcida, arraigada y divertida, con una colección de espléndidas fotografías de Anxo Cabada que, sin duda, componen el más bello libro que jamás de hizo de la región. Un cofre de vida y Bierzo, de tiempo y color.

El libro es historia y presente, recuento de personas que pasaron y de otras que nunca pasarán. Niños, mineros, hippies, canciones, animales y plantas, paisajes y ríos, mujeres maravillosas. Que desfilan juntando extrañezas y bromas. Ante la sorpresa feliz de las hijas de Valentín, Alicia y Sandra. Leer este libro y ver sus fotos es un placer muy grande. Donde lo histórico y lo sensorial se funden; la ironía y el candor. Una muestra del inteligente modo con que Valentín va por el mundo; aquel niño del parque. Él sigue siendo ese niño, y por eso crea, por eso está empezando. Desde su juventud que parece incesante. Y que lo es.

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