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Don Agustín Fernández Gallego. Alcalde de Ourense: He leído con atención que el pasado día 11, justo al día siguiente de tomar “posesión” como alcalde, ha renovado usted la contratación de su hija María como técnico de comunicación y relaciones públicas del Ayuntamiento de Ourense (decreto nº. 5.541).
He escuchado con igual atención sus declaraciones en TVG justificando tal nombramiento como “personal de confianza”, habitual en los grupos municipales, añadiendo que “se irá conmigo”. ¡Qué alegría, no le quiere endilgar a su hija a los orensanos para siempre, solo un ratito! Es usted un prohombre, otros la hubieran hecho funcionaria vitalicia y ustedes solo le han renovado el contrato tres veces desde septiembre de 2011. Supongo que la ha elegido por su competencia profesional, aunque si tan valiosa fuera, trabajaría en una empresa líder sin necesitar el enchufe trifásico de papá. Finalmente, si su hija, directora de campaña del PSOE en las municipales, tiene como trabajo cuidar la imagen pública de la ciudad de Ourense, mal empiezan ambos.

Verá Usted: yo también tengo una hija en Ourense en edad laboral y, créame, ¡de toda confianza! Lleva varios años sin encontrar trabajo. En aplicación del principio constitucional de igualdad de oportunidades, le solicito muy en serio que sea contratada de inmediato por el Ayuntamiento de Ourense, en condiciones similares a las de su hija María. Es decir, yo tampoco quiero que la haga fija, basta con que la tenga ahí tres añitos, hasta que usted se vaya. Hago extensiva mi petición a los 13.192 parados que hay en Ourense. Es justicia.

En el caso de que no acceda a mi petición, me veré obligado a preguntarle qué tipo de serrín socialista tiene usted en la cabeza. Porque, decirse socialista y contratar a su hija como primera medida de su [espero que corto] mandato es ser un alcalde-basura. ¿Qué pensaría de todo esto Pablo Iglesias? ¿Sabe usted quién fue?

Don Agustín: es usted un prevaricador ético. Ni la ley ni la costumbre le amparan: no es legal ni habitual que los alcaldes contraten a sus hijas. Ni es socialista, desde luego. Está usted poniendo a Ourense en la vanguardia de la corrupción. Sus exsocios del BNG ya se han desmarcado, con un mínimo de dignidad. Los sindicatos han repudiado abiertamente su decisión. Le pregunto públicamente: ¿qué piensan los seiscientos militantes socialistas de Ourense? ¿Les ha preguntado? ¿Qué opinan los 20.896 votantes que le permiten ser alcalde vicario? ¿Acaso llevaban ustedes esa medida en su programa electoral? ¿Y el resto de los orensanos?

He monitorizado estos días los medios por ver si su secretario gallego, Pachi Vázquez, desautorizaba su cacicada. No lo ha hecho. Tampoco he oído a Rubalcaba ponerle en su sitio, como debiera; pero poco cabe esperar de ambos difuntos políticos, enredados ellos mismos en sus clientelas. Tengo esperanzas de que el Fiscal-Jefe de Galicia o la Fiscalía Anticorrupción inicien de oficio diligencias contra usted por presunta prevaricación y desviación de poder. La comete la autoridad que no se abstiene en asuntos de su interés y parentesco, o quien practica el tráfico de intereses, vulgarmente “enchufismo”.

Don Agustín: a la espera de que lo hagan el fiscal y la ciudadanía, yo le acuso de faltar al respeto a mi hija en paro y a los 13.192 parados de Ourense. Le acuso de prevaricar a conciencia valiéndose de su cargo para beneficiar a su hija, le acuso de ofender al socialismo y a los ciudadanos honrados; le acuso de arrastrar la democracia y la política por el barro y de convertir la alcaldía de Ourense en una alcaldía-basura.

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