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Cierro 2015 dando las gracias a La Nueva Crónica y a todas las personas amables que me hayan leído aquí y en esas redes que multiplican el eco del nuevo periodismo del siglo XXI, efímero e imborrable: más efímeras eran las hemerotecas de antaño; en la red todo queda, para bien o para mal, hasta que colapse y explote otro Big Bang. Para entonces, ya no estaré.

Abro el año nuevo con una reflexión sobre la insoportable superioridad moral de quien se cree superior a los demás por su raza, religión, ideología o por el saldo de su cuenta bancaria. Los que imponen su violencia: hay que evangelizar a los indígenas, quemar a los herejes, encarcelar en el Gulag a los disidentes, ningunear al que piensa o siente distinto (el desprecio o el mobbing son maltrato). Llevamos siglos de crueldad, en Oriente y Occidente, torturando mujeres, esclavos, infieles, homosexuales, científicos… los que se creían superiores a Galileo, le condenaron a muerte.

Frente al dogma que me desprecia, chapoteo en el mar de la incertidumbre, náufrago en un piélago de contradicciones; siento la duda, la inmensa ignorancia sobre cuanto nos rodea, la deuda de gratitud con cuantos nos han precedido en la larga marcha de la Libertad y los Derechos Humanos. Estos artículos son expresión de esos chapoteos, dudas, reflexiones, mi verdad pequeñita y con minúscula: el filósofo sabe que la Verdad no existe, es la burda mentira del Rey Desnudo al que adorar: “La Verdad soy Yo”, “Yo Soy el Bien Común”, adorad al becerro.

Inicio 2016 como Quevedo en la cárcel: “No he de callar por más que con el dedo, silencio avises o amenaces miedo”. Es fácil ser del rebaño, dejarse llevar por la corriente. Exijo respeto para las ovejas descarriadas, para los heterodoxos, incrédulos, plurisexuales; para los que todos los días nos equivocamos una docena de veces. Sí, estoy equivocado y voy por el mal camino, estoy encantado de ser una oveja negra: ¡Dejadme vivir!

Feliz 2016.

@ValentinCarrera
La Nueva Crónica, 3 de enero de 2016
Óleo: Galileo condenado por la Inquisición, Robert-Fleury