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Escribo a una amiga madrileña: «Cuanto menos dinero necesito, más feliz soy» y me contesta:

-Qué curioso. A mi me está pasando exactamente lo mismo. Hoy le decía a una amiga: «nunca he sido tan feliz como ahora y nunca he tenido menos dinero que ahora».

¿Y si fuera que un modo -acaso el mejor, tal vez el único modo- de esquivar a la Banca y sus estafas sea prescindir al máximo de sus servicios? Evitarla, ahorrarse el ser cliente o serlo lo MÍNIMO REQUETEMÍNIMO indispensable. Que crien telarañas en las cajas fuertes y que la Bolsa se muera de aburrimiento (parece sacado de una canción de Sabina).
Si aprendemos a no necesitarlos, somos invencibles y ese arma es muy poderosa. De otro modo, siempre nos tendrán cogidos por los cataplines o las cataplinas.

Domiciliar los mínimos recibos posible, tener en la cuenta lo justito (bueno, pa eso no hay que esforzarse), pagar en efectivo, no hacer transferencias ni talones ni pedir créditos (da igual, ya no los dan; pero #que se jodan, que tampoco se los pedimos).

¿Habéis oído hablar de los bancos de tiempo, intercambio de servicios, trueque, etc.? Yo acabo de recibir un trabajo valorado en 800 €, sin pagar dinero, mediante INTERCAMBIO con una empresa de Jaen, a través de Trocobuy.

La Banca ladrona pertenece al pasado, ¿a qué esperas para regresar al mercado, la feria, la lonja, el zoco?

Y a la solidaridad.